La inmigración italiana en Argentina
Revisión
En ciertas regiones de Italia (Lombardía, Piamonte, Calabria y Sicilia; en menor medida el Véneto, Liguria, los Abruzzos y las Marcas), y con variaciones según los períodos, la posibilidad de la emigración estaba culturalmente enraizada. Bastaba un momento de desesperación, de coraje o de rebeldía para que esa alternativa emergiera con fuerza. Desde el hambre a la desocupación, y desde la ilusión del ascenso social a la aspiración por transformarse en pequeños propietarios agrarios, la emigración fue no sólo una vía de escape sino también el único camino de civilidad de que disponía el campesino. Esa precaria vida construida sobre la acumulación de miserias y frustraciones, alimentaba una alternativa emigratoria casi omnipresente. Vagos comentarios, referencias de triunfos, de resignación o de fracasos permitían bosquejar las siluetas de mil historias personales, la de un vecino, tal vez un pariente lejano o un hermano mayor que, En Francia, en Estados Unidos o en América Latina, trataban de construirse una nueva vida. Eran ésas las referencias inevitables para jóvenes y adolescentes que crecían bajo las sugestiones del "escape", tal vez sabiendo que en cualquier momento ellos mismos podrían transformarse en emigrantes.